2020 será un año de consolidación en el mercado inmobiliario en Barcelona.

El precio de la vivienda puede sufrir un leve descenso, este declive servirá para corregir aquellos excesos experimentados en ciertas zonas de la capital condal.
En Barcelona, el proteccionismo del Ayuntamiento con su famoso 30% destinado vivienda social para la obra nueva ha conseguido parar en seco las solicitudes de licencias para edificar obra nueva, complicando más el acceso a la vivienda por causa de falta de oferta.
Como consecuencia, un mercado dominado por compradores en muchas zonas, tensando los precios a la baja, y obligando a los propietarios que quieran vender a ser realistas con sus expectativas.
Los cambios en la ley de alquileres podrían crear el efecto contrario al esperado: reducir la oferta de alquiler y provocar más tensiones en los precios. Las perspectivas económicas apuntan a revisiones a la baja, Y es que, aunque la vivienda sufra un ligero declive, así se deduce de la gran mayoría de estudios, no parece que este vaya a ser importante. Más bien la impresión es que se trata de una corrección al exceso de pasión que sufrimos en algunas capitales en los últimos tiempos.
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